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Los migrantes, los sin nada, los suspendidos

En otra ubicación, desde principios de 2017 América Latina empieza a presenciar unos cuerpos de quienes debieron abandonar su territorio, se les ve transitando por el centro de Medellín y también se les ve llegando y saliendo por la autopista regional rumbo a la costa pacífica, los venezolanos empiezan a migrar. A principios del siglo el Estado venezolano junto a los gobiernos progresistas tuvieron el poder de cambiar el mapa geopolítico de América Latina y sucumbieron ante el afán de continuar con la extracción y la incapacidad de descolonizar la cultura latinoamericana en su conjunto. En los últimos años de la década los venezolanos son los parias que deambulan gracias al Estado innombrable que dilapidó la oportunidad de la integración Latinoamericana.

Considero que estas situaciones construidas y los fragmentos, son apuestas anticoloniales que tiene una carga identitaria que podría ser asociada a la latinoamericana, más es una identidad excluyente, mientras se deja por fuera las luchas de los negros, indígenas, disidencias sexuales, emigrantes latinoamericanos en Estados Unidos que hacen parte del sur global. Y a todo esto la desconexión con la trama mesoamericana. Además de los flujos e influencias que vienen del Caribe, por ejemplo, la trama anticolonial de las islas del caribe desde el pueblo de Puerto Rico que también se levantó y la haitiana que ante su situación de pobreza extrema y falta de alternativas aún se reconocen en resistencia.

Con respecto a la Cartografía que se traza como un archipiélago se estaría considerando una expansión dado los flujos migratorios hacia el norte que se intensificaron. Por ejemplo, desde 2018 empezamos a asistir a las caravanas migratorias que podrían ser consideradas nuevas conexiones mesoamericanas creandas por los desplazamientos surgidos por extractivismo, y la intensa violencia urbana en países como Guatemala, Salvador y Honduras. Al mismo tiempo esa imagen de los migrantes montados en la Bestia en la Frontera de Sur de México con mujeres entregándoles alimentos en algunos parajes del tren marcan esa solidaridad y deseo de atravesar todas las barreras que nos están imponiendo. En suma estas caravanas fueron brutalmente reprimidas en esta frontera por la Guardia Nacional del gobierno progresista de AMLO y por la Policía de Control de la Frontera Norte de Estados Unidos, gobierno que reforzó todo el control migratorio e impuso la consolidación del muro, mientras que dentro de su territorio se intensifican las deportaciones y aparecen en los medios los Centros de Detención para Migrantes con la imagen de los niños separados de sus familias, algunos conocidos como “las perreras”, todo esto generado por el decadente gobierno de Trump.